Carta náutica hacia nuestro linaje de agua
Marlan Valverde*
“De boca de las madres se oyen las voces de las primeras mareas, el inicio de la brizna, ambas tararean el líquido, diluvian. Chalchiuhtlicue, la madre del agua, nos recuerda que en su tiempo fuimos peces. En el cuarto sol, el cielo y el agua eran lo mismo, y nosotras escondimos las escamas cuando tocamos la tierra”.
Recién terminé el libro Variación de la Escama (FCE 2025), puedo sentir todavía las manos mojadas ¿o quizá siempre las tuve? Porque observo las manos de mi madre goteando y las de mi hija albergar un par de ojos de agua. Cuando quise ser consiente de donde venía toda esta agua, la poesía me mostró que emerge desde adentro, creando vida y uniéndonos entre mujeres que saben (a) mar.
Yelitza Ruiz, es una escritora y jurista guerrerense, acreedora del XVII Premio Ignacio Manuel Altamirano de Poesía, su obra es una carta náutica para navegar la significación de la mujer y la mar. En los seis apartados que conforman el libro, la poesía llueve sobre las palabras, con cada gota inunda de lenguaje marítimo los versos y musicaliza con sones surianos el misticismo intrínseco que rondan los océanos.
La autora asume la capitanía de un barco en el que las mujeres que abordan no vuelven a ser las mismas.
“Nacimos mojadas,/ si al aprender a nadar nos lo dijeran,/ el miedo se haría chiquito al tocar la ola”.
La obra muestra su escama, pero antes de decirnos su procedencia y la procedencia de las escamas de todas nosotras, la nombra con fuerza, le reza como una oración celestial a la mano creadora de vida, para después darle su lugar en la historia. Siempre presente, pocas veces mencionada.
Decía Antonio Gamoneda que “la poesía es una realidad en sí misma. La poesía no es literatura. Contiene nuestros goces y nuestros sufrimientos y, esa relación con la existencia le da un carácter que va más allá de los géneros”. Y en este poemario se da una catedra de historia, de realidad y conexión.
“Esas leyendas donde la maldad nada en nuestra escama es la forma que han tenido para injuriar lo que no doman. Han creado a sus deidades para aferrarse a una fe que quiebran al manosearnos, por eso reniegan de nosotras cuando aparecemos, inventan espantos para apedrear sin saber que parimos la cosecha que cortan”.
Feminismo, visibilización y resistencia, posturas presentes como olas a lo largo de la lectura, a veces sutiles y a veces demoledoras.
Variación de la Escama, es un viaje de descubrimiento y de intimidad, porque la autora no teme mostrar lo que hay debajo de la escama, no pasea por la orilla, se va directo al fondo.
Esa profundidad es la que hace ineludible ese vínculo sororal entre la lectora y la obra.
Esta reseña está principalmente dirigida al público femenino, no porque el libro sea exclusivamente para mujeres, pero sí porque creo que es imprescindible para mis congéneres.
Este linaje de agua lo perpetuamos nosotras, sigue latente y sigue creciendo. Vale la pena adentrarse en las aguas cuando el destino es el de una misma.
*Marlan Valverde es promotora cultural.
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