Quienes no somos
México ha sido convulsionado por una élite política, económica, militar y criminal. El panorama es turbio y justo ahí el equipo de periodistas de El Tlacolol ha decidido hacer periodismo.
No es un desafío.
Sólo somos periodistas que hemos entendido que en este contexto no tenemos otra opción. Estamos ante una sociedad que sobrevive entre el dolor, la mentira, el miedo y la oscuridad. No podemos voltear hacia otro lado.
La gran mayoría de los medios de comunicación están sumergidos en sus intereses mercantiles, subordinados a los designios del poder político y económico. En esas condiciones, el discurso periodístico secuestra la palabra, la libertad, la información, la ética, la verdad y la vida.
El Tlacolol es un proyecto basado en valores y principios éticos, periodísticos y sociales que busca que incidan en el fortalecimiento del debate de los asuntos públicos, de la pluralidad y en la construcción de una vida democrática pero, sobre todo, más justa.
Es preciso decirlo: nos vamos a mantener alejados de los dogmas, de las verdades absolutas. No pretendemos tener la razón única, sino todo lo contrario: buscamos razonar juntos, buscar salidas y alternativas juntos.
Tenemos bien claro también quienes no somos:
No somos mercenarios de la información.
No somos periodistas al servicio del poder.
No somos simuladores de la lucha por la libertad de expresión y la información.
Tenemos un compromiso y responsabilidad social ineludible: vigilar al poder, fiscalizarlo, someterlo al escrutinio. Recordarle a los poderosos que tienen límites. A través de nuestro periodismo pretendemos contrarrestar las versiones oficiales que son construidas desde el poder para ocultar y manipular.
Al mismo tiempo, hemos establecido una agenda social que ponga a la luz los asuntos de grupos marginados y vulnerados no sólo por el Estado sino por los mismos medios de comunicación.
Es decir, la vida campesina, la vida de los pueblos originarios y las carencias que se viven en las comunidades y, cada vez más, en las zonas urbanas. Las historias de las víctimas de esta violencia estructural y sistemática y sus efectos. Contar la travesía de los migrantes, de los pueblos desplazados, de los desaparecidos, de los asesinados, de los feminicidios y de las niñas que son obligadas a casarse. Los efectos ambientales que está dejando el extractivismo de las empresas mineras. Estos temas tendrán un espacio preferente en El Tlacolol.
También estarán las expresiones artísticas, culturales, artesanales y de folclor, así como de la vida cotidiana.
El Tlacolol tendrá un espacio para la discusión de los temas de interés públicos, donde quienes así lo deseen podrán participar libremente, siempre y cuando, lo hagan de forma responsable y se identifiquen plenamente.
Este es un nuevo espacio informativo que esperamos sea útil al lector e incomode y evidencie al poderoso y al abusivo.
En estos tiempos de penumbras, la consigna del periodista Rodolfo Walsh es vigente y pertinente: “el periodismo es libre o es una farsa”.