Acapulco:
¿Reconstrucción distópica?

El sábado 19 de julio, El Tlacolol festejó su tercer aniversario con el conversatorio Acapulco: ¿reconstrucción distópica?, en el Bar del Puerto, en el centro histórico de Acapulco.
La conversación inició con los invitados Fernando Terrazas, representante de la organización Guerrero es Primero; Celeste Hernández, reportera de Acapulco; y Manuel Maciel, director del grupo teatral La Gruta. Fue moderado por Ramón Gracida Gómez. Resumimos algunas reflexiones del conversatorio.
Fernando: Desde cualquier institución también pública, privada, empresas, no medíamos, a pesar de que los referentes eran el huracán Paulina en el 97, Ingrid y Manuel en el 2013, eran nuestros referentes.
Hago esta referencia porque considero que no estábamos preparados para qué hacer después del huracán.
Desde Guerrero Primero no medíamos esa magnitud, el propio gobierno federal, estatal y municipal no esperaba las afectaciones estructurales y generalizadas que se dieron, por eso probablemente la reacción fue distinta también o fue después del huracán.
Entonces, eso es uno de los elementos, el que no estábamos preparados; ahora con el huracán “Eric”, por ejemplo, se vio una reacción social, institucional del sector privado distinta.
Probablemente los protocolos se han empezado a modificar, a mejorar después de Otis y después del huracán John y ya hay respuestas organizadas.
Otro elemento a destacar también es el cambio climático.
Como nuestro amigo Juan Barnard (biólogo marino), este calentamiento del agua en la zona costera de Acapulco, en Guerrero en general, fue un factor que atrajera hacia donde el agua estaba más caliente a esta inicialmente depresión tropical y después huracán Otis, hacia Acapulco.
La reforestación es una moda ahora, pero te das cuenta que es una ciudad que no tiene esa planeación de convivencia socioambiental como otras ciudades.
Celeste: Desde el paso del huracán Otis a la fecha, ya casi 2 años, me parece que Acapulco como ciudad quedó suspendida en el tiempo, el tiempo se detuvo.
A pesar de estos grandes anuncios que se han hecho de inversiones millonarias, de millones y millones de pesos que se repartieron en forma de apoyo social para la reconstrucción de las viviendas, realmente ese recurso no se ve reflejado en la ciudad.
Pasó Otis, muchos meses costaron la recuperación, la reconstrucción de viviendas y que incluso hay algunas que carecen de techados porque con el dinero, los malos vicios de los acapulqueños, de los ciudadanos, se invirtieron en otras cosas, no en lo primordial que era la reparación de los hogares.
Se vino una situación de anarquía, el tema de los apoyos, de los censos, de las despensas y realmente era como sacado de una película.
De una especie de vivir en anarquía, de vivir en barbarie, porque aunque Acapulco desde entonces y bajo el pretexto de la seguridad se construyeron decenas de cuarteles de la Guardia Nacional, realmente no es que estas autoridades pongan orden.
Sin embargo, pasaron los meses de Otis y la gente dijo, “Okay, estamos preparados para lo que pueda venir.” Y de repente vino John y no estábamos preparados.
De hecho, no estamos preparados hasta la fecha en cómo reaccionar ante un desastre de esa magnitud porque lo comentaba el compañero, los malos vicios y malas prácticas de los acapulqueños a veces los desastres sacan lo peor de las personas y prueba de ello fueron los actos no sólo de rapiña a las grandes empresas, sino robos a locales.
Siento que no hay trabajo, no hay comida, no hay transporte y realmente pues esos días posteriores a Otis yo creo que durante un mes fueron realmente como vivir una película como Mad Max, así de ese tipo, ¿no? Pero bueno, vino Otis, vino John y de manera particular me he puesto a analizar qué causó más daño social.
El tema de Otis pues muy claro: la rapiña, la destrucción de viviendas, muchas casas muy frágiles de madera, de lámina que simplemente desaparecieron; pero John realmente vino a revelar lo mal que estamos en el tema de la explotación a los recursos naturales. ¿Cuántos cerros no vemos desgajados?
¿Cuántas familias no perdieron algún familiar por el tema de los cerros, crecidas de arroyos, por la responsabilidad o necesidad de incluso en algunas ocasiones de construir un patrimonio en el lugar donde sea? A un costado de los ríos, a un costado de los cerros y desafortunadamente se perdieron vidas de niños, de jóvenes, de personas de la tercera edad, de adultos y esas huellas, esas heridas aún son visibles.
Estamos viendo invasiones en el Parque Nacional El Veladero, particularmente que es un área protegida, pero en contraste mientras unas personas las desalojan, vemos que la Guardia Nacional con total impunidad construye en la parte más alta del cerro, una especie de pista aérea, ¿no? Se ven en las noches cómo está esa línea de luces y se supone que son áreas protegidas.
Si las propias autoridades están permitiendo este daño al medio ambiente en el Parque Nacional El Veladero, donde es una zona protegida, qué se puede esperar de otros lugares.
Vemos una Costera a medias, una Costera herida, una Costera con muchos defectos y a pesar del relanzamiento o esta segunda oportunidad que se le está dando a Acapulco para ahora sí resurgir de las cenizas, no creo que sea suficiente.
Manuel: La relación en la ciudad, no sé si salvo lo que ustedes opinan, es como una relación tóxica. Es decir, una relación de pareja tóxica.
La odias, no puedes vivir sin ella. La quieres dejar, pero regresas. Te regresas. Y aquí sigues. Y aquí estás. Es muy parecido a eso. ¿Qué fue lo que pasó después, durante Otis? Lo que pasó desde mi lectura, desde mi perspectiva personal es que se rompió algo que solemos no visualizar, no visibilizar, que es la cotidianidad. La cotidianidad quedó rota.
Un poco como para identificar cómo se va rompiendo esa cotidianidad, esa línea de la cotidianidad. ¿Qué es lo que ha pasado a lo largo de este año y 9 meses? Igual desde mi lectura, lo que se ha tratado de normalizar es la cotidianidad. Se ha estado trabajando durante un año y 9 meses, no en la reconstrucción, en la recuperación de la cotidianidad.
Por eso es que lo primero que se buscó hacer es la cuestión del flujo del tránsito, que tuviéramos acceso a la gasolina, que comenzaran a abrirse algunas tiendas de conveniencia, OXXO y Extras; que pudiésemos llegar de repente a algún restaurante a comer algo, a abrir, que el señor de los tacos volviera. Esas cosas tan mínimas cotidianas volvieran a reconfigurarse, volvieran a restablecerse, no a reconfigurarse, a restablecerse.
Desde mi lectura lo que ha estado pasando no es una reconstrucción. No existe una reconstrucción. Existe una recuperación de una apuesta por la recuperación de la cotidianidad.
Y si lo percibimos, no es reconstrucción las condiciones en las que se encuentran las calles, no es reconstrucción las condiciones de desarrollo económico que estamos viviendo, no es reconstrucción ninguno de los distintos ámbitos de la vida social de Acapulco.
Es una desesperada carrera por tratar de volver a ser como éramos antes, pero eso se ha perdido, eso no va a regresar.
Dicho lo anterior, durante este año y 9 meses han hecho foros o se han hecho conversatorios, yo en alguna ocasión a mí no me invitaron, no me quisieron invitar por alguna razón que no desconozco, a los conversatorios en el colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México; pero yo estuve ahí por casualidad, llegué y lo que yo mencionaba porque ahí también hablaban de la reconstrucción de Acapulco le decían: “Ajá ¿y de qué Acapulco me hablas?
O sea, ¿de qué Acapulco quiero reconstruir? Este Acapulco nacido de las ambiciones de una caterva de hampones que se apropiaron de las tierras y que las usaron y usufructuaron para su beneficio. ¿De ese Acapulco quieres que se reconstruya? Ese supuesto Acapulco dorado que excluye al otro.
Ese Acapulco de la zona Diamante del abogado Fernández de Ceballos. O sea, ¿de qué Acapulco me hablas? Del Acapulco de las mismas calles de terracería que están por allá por la Sabana, por las Cruces, por la (Simón) Bolívar. O sea, ¿de qué Acapulco me hablas? ¿De qué Acapulco hablamos cuando hablamos de Acapulco?
Del Acapulco idílico, del Acapulco idílico que tiene como consecuencia el nada honroso lugar que tenemos a nivel internacional de prostitución infantil. ¿De qué Acapulco hablamos? ¿Qué Acapulco queremos reconstruir? ¿A qué Acapulco le está apostando el gobierno federal?

Cuando el discurso no es ni siquiera poner en cuestionamiento la viabilidad del turismo después de lo que hemos estado viviendo. Ni siquiera se pone en cuestionamiento, por el contrario, se apuntala. Y si no, chéquenlo, quién está encargado a nivel federal de la reconstrucción de Acapulco, pues una subsecretaría de Turismo federal. Ni siquiera es Gobernación.
Es la subsecretaría de Turismo, es decir, la perspectiva económica de ese puerto va a seguir siendo la misma. O sea, no nos miran de otra manera.
¿Cuál es el desarrollo en agricultura, en ganadería, en pesca, en industria, en Guerrero? ¿De qué estamos comiendo? ¿De qué estamos viviendo? ¿Cuál es la perspectiva entonces que se está gestando para este Acapulco? Para esta supuesta reconstrucción de Acapulco. Ahí la dejo como pregunta para que la pensemos.
Ramón: ¿Qué han visto? Con sus vecinos, ¿qué quieren? ¿Qué pudieran decir de ese sentimiento tal vez en las colonias?
Fernando: No es reconstrucción, es recuperación. Recuperación de infraestructura que es lo más visible, que es lo que se atendió con prontitud de manera, digamos, inmediata también por el sector público, social, privado.
Desde Acapulco es donde deben de surgir, desde los acapulqueños, desde quienes vivimos aquí, es donde deben de surgir las las propuestas prácticas reales, aterrizadas al día a día y no desde la visión que se sigue.
Sí es importante que como acapulqueños, como acapulqueñas podamos tener como esa voz, esa exigencia permanente de identificar otros elementos más allá de la recuperación de la infraestructura, de la recuperación visible de lo que afectó el huracán Otis.
¿Qué se escucha en las colonias? He tenido la oportunidad por las actividades de Guerreros Primero de escuchar estas voces y desde Guerreros Primero nosotros en otros procesos previos a Otis, hemos pensado que son estas personas sin voz, son quienes menos posibilidades tienen de ser escuchados, de participar en esos espacios de diálogo, de participar o de ser participar pues pueden ir, pero de ser invitados a esos foros, no hay espacios para el colono, no hay espacio para el habitante de a pie de Acapulco y si uno se cuela, pues es porque escuchó o que porque vio, pero no hay para la sociedad en su conjunto.
¿Qué dicen los vecinos de zonas rurales de Acapulco, de la zona del kilómetro 21, del kilómetro 30? Además de preocupaciones por la situación de seguridad, también se preocupan por organizarse, nos han dicho y de ahí surgen estas inquietudes de saber qué hacer antes, durante y después.
El otro punto es esta preocupación del futuro de Acapulco, ya lo planteaba Maciel del futuro económico, del futuro turístico, del futuro local de Acapulco; el deterioro es visible, está este esfuerzo del Gobierno Federal con Acapulco se Transforma Contigo, y lo que haga el gobierno estatal y el gobierno municipal, pero es importante también tener este plan hacia el futuro, pero un plan que recoja y que sea legítimo de las voces acapulqueñas.
Celeste: Desafortunadamente en Acapulco todas las decisiones que se han tomado para la formación como destino turístico han sido por intereses políticos y económicos del centro del país. Como medios de comunicación cuando hay un tipo de desastres, temblor, incendio, lluvia, huracanes, lo primero que te dicen, ¿cómo está la zona hotelera? ¿Cómo está el aeropuerto?
Esa parte del Acapulco Diamante, aunque pues sí, es una zona con muchos intereses políticos, pero ahí es una fuente de ingresos también de miles y miles de familias de que rentan las motos, caballos, que toman fotos, que peinan; y son gente que vienen de las colonias populares de Llano Largo, de La Zapata, del Rena y que diariamente van a esa zona y aunque ahorita no hay turistas porque no hay playas, pues hacen el esfuerzo de vender un collar, dos collares, lo que vayan sacando para el día.
Mucha gente a raíz de estos fenómenos pues se ha ido de Acapulco, desplazados por la violencia, pues sí hay, pero también desplazados por los fenómenos naturales.
Manuel: ¿Cuál es el trending topic en Acapulco?
El tema de una percepción de corrupción por parte del gobierno municipal, una percepción de incapacidad de resolver el problema del agua y un problema de incapacidad para resolver el problema de la seguridad. Esos son los temas. Y ahora las playas, porque nos va a pegar, pero sigue siendo parte de la corrupción, es decir, de la incapacidad para resolver problemas.
Los procesos culturales son de muy largo aliento. ¿A dónde quiero conducir lo que digo? El hecho de que haya pasado el primer sexenio de Morena y que estemos en el segundo periodo presidencial de Morena, no quiere decir que el sistema político haya cambiado porque culturalmente seguimos siendo priístas. Es decir, nuestras prácticas culturales en política siguen siendo priístas.
En ese sentido, el trending topic, lo que nos estamos viendo en estos momentos, que es el tema de la de la inseguridad y el tema de la del calentamiento global y el tema del agua, esos todos son temas que tienen que ver con un con una crisis postcapitalista. Digo, no lo vemos nosotros. Nosotros no somos conscientes a nivel macro, pero lo que estamos viviendo es el postcapitalismo en crisis.
Por el contrario, ser optimista dentro de ese mundo y dentro de esta terrible crisis del taxista muerto hoy y ante la indolencia política de los partidos y ante la incapacidad para resolver los problemas del agua y ante la incapacidad para resolver los problemas de la seguridad, creo que lo más revolucionario es ser optimista y generar un discurso de optimismo.
Mujer del público: Me dejó pensando por un momento si yo misma hacer la reflexión, si yo misma era capaz de imaginar una vida sin capitalismo, ¿no? Y por un momento sí dije, “Sí, sí, no somos es más fácil imaginar la destrucción por el capitalismo.” Es lo que pensamos todo el tiempo.
Desafortunadamente se vive, está la evidencia palpable en el día a día, en la cotidianidad y entonces me llegó la reflexión de que si acaso somos capaces de crear lo que no somos capaces de imaginar y ahí estamos en serios problemas que, si no lo imaginamos como conjunto, pues está cabrón.
Yo soy una persona acapulqueña que se fue y regresó, me fui 10 años y me encuentro con el nuevo Acapulco. Yo estaba muy entusiasmada después de la destrucción total de Otis, que decía, Wow, increíble creo que es lo que Acapulco necesitaba, que le prendieran fuego y lo volvieran a hacer.
Desafortunadamente yo así lo veía, dije, era la única solución, pero no fue una solución tampoco, lo inundaron, lo llenaron de agua.
Entonces, está en nuestras manos acabar con nuestro propio envenenamiento social, de que me llegó el apoyo y en vez de invertirlo en mi casa me voy a echar unas chelas o lo que sea que hayan hecho con eso y tal vez está en nuestras manos manifestarnos más seguido como comunidad y decir, “¿A qué hora van a poner el transporte?”
Todo eso que está ahorita sin transporte, que nadie lo observa, que llegue al zócalo, que esté comunicado, que no tenga que pagar triple transporte, por mencionar uno de los ejemplos de la cantidad de manifestaciones que tendríamos que tener como pueblo. ¿A qué hora van a devolver el agua a las colonias que llevan un mes sin agua?
Miguel Ángel Sotelo: Si podemos reconstruir un edificio, podemos hacer calles y ponerlo todo bonito y se necesita un chingo de inversión. Y como se platica aquí, eso se invierte solo en la franja turística, ¿no?
Yo quisiera hablarles de construcción y reconstrucción. Reconstruir es también estructural. ¿Sí? Yo pienso que debemos de reconstruirnos nosotros.
O sea, todos y cada uno debemos de reconstruirnos para empezar nuestro interior y la reconstrucción física se dará después de manera automática. Reconstruyámonos nosotros, sanémonos.
Manuel: Ahorita que estoy escuchando a Miguel Ángel y que estoy escuchando las otras participaciones, me surge la duda, ¿no? Y la pongo así en la mesa, ¿dónde y a qué hora se ha convocado a la reconstrucción cultural del puerto? Es que no existe ningún planteamiento para una reconstrucción cultural del puerto y todo pasa por la cultura. Todo pasa por la cultura. Todo es cultura…
Celeste: Tienen muchísima razón en que todo debe de pasar por la comunidad, la comunidad debe estar totalmente informada de todas las decisiones que se tomen y formar parte. Sin embargo, también hay esa apatía de algunas personas de participar.
Dice por ahí un refrán que el que no conoce su historia está condenado a repetirla y esperemos que ya en Acapulco no se sigan cometiendo los mismos errores por la apatía, por la desinformación y por no exigir a quienes se les deban exigir que se resuelvan los temas centrales.
Fernando: Esta fase superior que es el imperialismo y que lo vemos ahorita en su apogeo con Trump, con sus bases militares en los cinco continentes.
El proceso de reconstrucción, de recuperación o que le como le queramos llamar de Acapulco es un proceso a largo plazo, pero debe de tener y debe de exigir la participación de los que vivimos aquí en Acapulco, quienes vivimos permanentemente o quienes tienen algún apego, algo que los tenga aquí en Acapulco; y para cerrar mi intervención esta idea de comunidad, pues Ricardo Flores Magón cuando promovía el anarquismo real, el que adoptó de los anarquistas europeos, era una sociedad pacífica, era una sociedad que no requería una moneda, que sí había otros mecanismos de convivencia.
Manuel Ruiz Vargas: El problema de Acapulco es la centralización que tiene. Desde su origen, desde su fundación como destino turístico, que no es algo fortuito.
Acapulco es el primer destino turístico planificado en 1932 por el Gobierno Federal porque era una reconstrucción del país.
Otro de los grandes problemas que tenemos es que no solamente el acapulqueño, sino también las autoridades tenemos una memoria de muy corto plazo. O sea, de repente se nos olvidan las cosas.
El principal problema de un desastre es que evidencia lo que se hace mal, lo que se ha dejado de hacer. Y en eso tiene que ver mucho respetar las normas de la planificación.
Entonces, ahorita sí se dio un apoyo para reconstruir, pero se construyó en el mismo lugar. Entonces, no esperemos que en un tiempo no muy lejano nos vuelva a pasar lo mismo.




