Erick deja graves daños en Guerrero;
Acapulco paralizado

 

Jesús Guerrero y Arturo de Dios Palma

Erick que de huracán categoría cuatro pasó a una tormenta tropical dejó en Guerrero un niño ahogado, daños en las carreteras, provocó caída de árboles, techos de lámina, suspensión del servicio de luz eléctrica y de señal de telefonía celular en cuando menos 15 municipios de las regiones de la Costa Chica y la Montaña Alta de Guerrero.

El municipio de Cuajinicuilapa, ubicado a 160 kilómetros del municipio de Pinotepa Nacional, Oaxaca, que es donde impactó “Erick”, fue quizá uno de los más afectados.

Poco antes de que se perdiera la señal de telefonía celular, una mujer de Cuajinicuilapa grabó un video que inmediatamente subió a las redes sociales en donde se ven regados en el suelo árboles y techos de lámina.

“Muchachos no salgan, esto está bien feo”, se escucha la voz de la mujer afromestiza.

Otros videos que fueron grabados en el momento que se escucha el ruido de la lluvia y los fuertes vientos de los municipios de Ometepec, Marquelia y Azoyú se ve como se mecen los árboles y se escuchan los gritos de la gente.

En Ometepec se observan varios espectaculares derribados en la calle.

 
 

 

Aproximadamente a las 8 de la mañana, dos horas después del impacto del huracán, la señal de telefonía de celular el servicio de luz eléctrica se perdió en los municipios de San Nicolás Tolentino, Cuajinicuilapa, Ometepec, Azoyú, Marquelia, Juchitán, Cuautepec, Copala, Florencio Villarreal, Las Vigas, Igualapa, Ayutla de los Libres, Tecoanapa y San Luis Acatlán.

Personas que viven en Chilpancingo y Acapulco que tienen familiares en estos municipios de la Costa Chica contaron que hasta ayer no podían comunicarse con ellos vía telefónica.

“Tengo familiares en Ometepec y me he comunicado con ellos porque tienen internet satelital, pero no hay servicio de luz eléctrica, se cayeron muchos árboles y los techos de lámina de muchas viviendas, además de que es imposible entrar a las comunidades porque hay deslaves en las carreteras”, contó una persona que vive en Chilpancingo.

En las redes sociales se difundieron varias fotografías en donde se ve en una cantina a un grupo de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ingiriendo bebidas alcohólicas la noche de este miércoles, horas antes del impacto del huracán “Erick”.

“Seguimos sin luz desde las nueve de la mañana, hay techos (de las casas) dañados y árboles caídos y la señal de telefonía celular no es buena, se va a cada rato”, dijo Luis Ventura, delegado municipal de turismo en Playa Ventura, en Copala.

En Marquelia, sus habitantes hasta este jueves en la tarde seguían sin señal de telefonía celular y sin luz eléctrica, además el caudal del río Marquelia está crecido.

 
 

 

La Secretaría de Seguridad Pública informó que a las 15:28 de este jueves, murió un niño de dos años de edad cuando junto con su mamá que lo llevaba cargando fueron arrastrados por la corriente de un río en la colonia Quinta Sección, en la localidad de San Marcos, cabecera de este mismo municipio.

Los crecimientos de ríos y arroyos se registraron en los municipios de Ayutla de los Libres, Coyuca de Benítez, Tecpan de Galeana, Tlapa e Iliatenco.

La tarde de este jueves quedó cerrada la carretera Tlapa-Atlamajalcingo del Monte en la región de la Montaña debido a que la vía fue arrasada por las aguas de un río que se desbordó por las lluvias.

Felipe Ortiz Montealegre, ex alcalde del municipio de Metlatónoc, informó que desde este miércoles, horas antes del paso del huracán “Erick”, hay daños en los caminos y la mayoría de las comunidades de esa zona se quedó sin señal de telefonía celular y “seguramente muchas están sin el servicio de luz eléctrica”.

“Que el gobierno nos ayude, Guerrero no solo es Acapulco”, escribió una persona del municipio de Marquelia en las redes sociales.

Tras prácticamente la dispersión de Erick que la tarde de este jueves se convirtió en tormenta tropical y avanzaba a Michoacán, en Acapulco van dos días de la suspensión de la movilidad que implica cierre de restaurantes, bares, centros nocturnos y playas.
Debido a que este puerto no sufrió daños por “Erick”, el servicio de transporte público se reanudó este jueves y las tiendas departamentales y de conveniencia seguían abiertas resguardadas por fuerzas de seguridad.

 
 

 

Acapulco paralizado a la espera de “Erick”


La espera fue larga, la espera paralizó a Acapulco. La noche del miércoles y la madrugada del jueves fueron casi interminables para los acapulqueños. Nadie durmió tranquilo, todos estaba con un ojo pegado y el otro bien abierto en espera de la lluvia y los vientos que podría traer el huracán Erick, a esa hora ya categoría cuatro de “extrema peligrosidad”.

Ni la lluvia ni los vientos llegaron. Acapulco se quedó esperando el impacto del huracán Erick. Estaba listo. Desde dos noches antes se comenzaron a preparar. Los pobladores surtieron sus despensas, llenaron los tanques de sus vehículos con gasolina.

 Los comercios fueron sellados, las embarcaciones se pusieron a salvo en la arena, el gobierno obligó a que nadie anduviera en las calles desde las 8 de la noche, cuando suspendió el servicio del transporte público. Y el huracán Erick no llegó.

Y no es que los acapulqueños quisieran que llegara, ellos —más que nadie en el país— saben lo que es que impacte en su ciudad un monstruo como lo fue Otis, el huracán categoría cinco que casi la destroza.

“Para nosotros serían algo muy desastroso que vuelva a impactarse otro huracán como Otis en Acapulco, pienso que perderíamos mucho, comenzando por nuestros empleos, ¿Piensan que los dueños iban a querer invertir más en la reconstrucción del hotel”, dice la directora de comercialización del hotel Krystal Beach, Karina García.

 
 

 

 

El hotel Krystal Beach quedó destrozado durante el paso de Otis, ahora opera desde hace unos meses al cien por ciento, es de los pocos o, tal vez, el único que lo hace en la franja de playa de la zona Dorada de Acapulco.

La directiva del hotel se responde sola su propia pregunta: “No”.

Tras la larga noche, la ciudad amaneció vacía, despoblada, la mayoría se mantuvo atrincherada en sus calles. La Costera Miguel Alemán estuvo casi vacía, las calles del centro igual, el mercado semi abierto, los restaurantes cerrados, muy pocos abrieron. Las tiendas con las cortinas abajo. El Acabus suspendió su servicio y muy pocos unidades del transporte público trabajaron. A Acapulco el huracán Erick lo paralizó. Lo inmovilizó.

El huracán Erick no impactó en Acapulco pero sí impactó en su economía. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, aseguró que fueron cerrados unos 18 mil comercios en todo el puerto.

Y cuantificó —sin explicar su metodología— que por ese cierre hubo una pérdida de unos mil 878 millones de pesos.
Pero las pérdidas económicas en Acapulco ya venían de días atrás, desde mediados de abril, el fenómeno del mar de fondo comenzó a carcomerse la playa de la zona Diamante.

 
 

 

Casi toda la franja de playa que comienza en Puerto Marqués y termina hasta La Bonfil la ahogó el mar. Ya no hay. En estos días se ha llevado restaurantes y con la llegada del huracán Erick las olas pegan en los muros de contención de los grande complejos de condominios de la zona Diamante.

Trabajadores del complejo de condominios Costa Ventura alrededor de la 1 de la tarde trabajaban colocando costales llenos de arena para contener el oleaje.

“Estamos aprovechando que bajó la marea”, contó uno de ellos.

Otro más explica que lo hacen porque es una forma de cuidar su empleo. El complejo está conformado por seis torres, donde trabaja el grupo hay 60 condominios pero desde Otis sólo 20 están funcionando. Otro más cuenta que desde que pasó Otis el fenómeno del mar de fondo es persistente, para unos meses y vuelve y el mar no se mete.

Explica que antes de Otis la playa media unos 30 metros, tras Otis se quedó con unos 20 o 15 metros, pero con los oleajes de los últimos días la playa desapareció.

El oleaje ha ido carcomiendo hasta derrumbar bardas, áreas de playa, fachadas, terrazas, ha dejado expuestas albercas y tuberías de drenaje que desembocaban directo en el mar.

En Puerto Marqués, la playa Revolcadero y La Bonfil decenas de restaurantes fueron destruidos por el mar de fondo, están casi colgando a punto derrumbarse, muchos apenas se venían reponiendo de Otis y el huracán John.