Ledesma Osuna:
¿a quién responderá: a Evelyn o a Harfuch?

 

Emiliano Tizapa, Jesús Guerrero y Arturo de Dios Palma

 

A la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero llegó uno de los colaboradores más cercanos del “superpolicía”, el secretario de Seguridad Pública federal, el morenista Omar García Harfuch. Daniel Antonio Ledesma Osuna fue nombrado por la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, un día después de que se reunió con García Harfuch.

Con esta designación, ¿la Federación tendrá oídos y ojos en Guerrero? ¿Ledesma Osuna le pondrá lupa al desastre en materia de seguridad que tiene el clan de los Salgado?

Desde que Claudia Sheinbaum Pardo llegó a la presidencia de la República, Ledesma Osuna formó parte del equipo de la mayor confianza de García Harfuch, a quien llevó al área de Protección federal para diagnósticos de seguridad.

De acuerdo con fuentes federales, el encargo de Ledesma Osuna es el diagnóstico de las organizaciones criminales que operan en Guerrero, la llegada de cocaína a Acapulco y a las costas, la operación de los normalistas de Ayotzinapa y de movimientos sociales, así como la detección de policías vinculados al crimen organizado.

No fue gratuito que dos días después del nombramiento de Ledesma Osuna, García Harfuch se reuniera con Salgado Pineda y el secretario de la Marina, el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles en la Base Naval de Acapulco.

Es más, fuentes de la Ciudad de México, consideran que a Ledesma Osuna lo han lanzado a la boca del lobo.

Y no es para menos, el primer día que llegó a relevar al coronel de infantería del Ejército, Josué Barrón Sevilla, se reunió en la comunidad El Ocotito, una zona controlada por la organización criminal Los Ardillos. Un día antes, pobladores de las localidades del Valle de El Ocotito, bloquearon la autopista del Sol y la carretera federal Acapulco-México durante once horas; fue una protesta encabezada por presuntos líderes comunitarios. Hubo reclamos por obras y acusaciones contra la Guardia Nacional y el Ejército por presuntamente colaborar con otra organización criminal, Los Tlacos, en ataques armados a comunidades y la “desaparición” de familias en la Sierra de Guerrero.

En un puente peatonal, justo arriba de donde se bloqueó la autopista del Sol, fueron colocadas unas lonas que nadie se adjudicó, donde hicieron acusaciones graves contra funcionarios de primer nivel del gobierno de Guerrero.

“Sra. Presidenta Claudia Sheinbaum investigue al subsecretario de Asuntos Políticos Francisco Rodríguez Cisneros originario de Zumpango del Río trabajador de Los Tlacos”.

Así como: “Sr. Presidente Donald Trump (Presidente de USA) de favor investigue a la gobernadora ex pareja de un miembro de Los Beltrán Leyva y actual pareja de Rubén Hernández, miembro de Los Tlacos junto a la gobernadora. Así como mandos del Ejército del edo. Guerrero, el coronel Jaramillo y sus capitanes Gómez y Alcudía (Sic)“.

Durante las once horas que duró el bloqueo, Rodríguez Cisneros condicionó la atención a los pobladores, les exigió que retiraran las lonas para hacerlo, la petición del funcionario fue desechada por los manifestantes.

Estos señalamientos resultan alarmantes por varias razones. Primero, la zona del Valle de El Ocotito ha sido desde por lo menos hace 20 años inestable y violenta por la pugna entre las organizaciones criminales. En 2024, en el proceso electoral para la alcaldía de Chilpancingo el único candidato que pudo hacer abiertamente campaña en esa zona fue Alejandro Arcos Catalán, de la alianza conformada por el PRD, PRI y PAN, quien ganó la elección.

Segundo, porque los señalamientos recaen en la cúpula del gobierno estatal. De Rodríguez Cisneros se habla de su intención en 2027 de competir por  una alcaldía después de varios años en cargos estatales desde la administración del expriísta Héctor Astudillo Flores. 

Salgado Pineda y Hernández Fuentes están en la cumbre del poder en Guerrero, aunque los señalamientos en su contra no son nuevos, desde 2022 y tras el asesinato del alcalde de San Miguel Totolapan y la masacre en la comunidad de El Durazno, del municipio de Coyuca de Catalán, la gobernadora fue duramente señalada por presuntos nexos con la poderosa organización criminal La Familia Michoacana a cuyos líderes, los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ofrece una recompensa de ocho millones de dólares por su captura. 

 
 
 

 

Tras estos nuevos señalamientos, que insistimos se hicieron desde el anonimato y sin pruebas en el bloqueo de la autopista en El Ocotito, la Federación debería por lo menos investigar esos posibles nexos.

Y tal vez, eso ya comenzó. Resulta que tras su presentación ante sus colaboradores, Ledesma Osuna exigió que toda la información de seguridad que genera la estructura gubernamental la deben reportar primero a él y no a Salgado Pineda, tampoco a sus familiares; ya que según cuentan fuentes de seguridad, personas cercanas a Hernández Fuentes y al senador Félix Salgado Macedonio solicitaban la información de seguridad para su consumo.

Este quinto cambio de timón en menos de cuatro años en la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero evidencia que nadie ha podido, por capacidad u omisión, con la tarea de dar seguridad a los guerrerenses.

Con el primer secretario, el capitán de la Marina, Evelio Méndez Gómez, quien estuvo más tiempo en el cargo, durante su administración ocurrieron las masacres más sangrientas en Guerrero en los municipios de San Miguel Totolapan, Coyuca de Catalán, Petatlán y Heliodoro Castillo.

El primer cambio de secretario ocurrió el 25 de enero de 2024, con el respaldo como nunca se había hecho de la Federación, el general brigadier, Rolando Solano Rivera, asumió el cargo, pero el 7 de marzo fue asesinado por policías estatales el normalista de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez Peralta, en Chilpancingo. 

El gobierno estatal inventó una “versión” para deslindar a los responsables, Palacio de Gobierno se blindó por días y, por si fuera poco, los policías estuvieron prófugos porque se les escaparon a los mandos estatales. El caso resultó con el cese del secretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Nuñez; de la fiscal General del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón y el titular de la Seguridad Pública, que sólo estuvo 45 días en el cargo.

Con el tercer titular la seguridad pasó de noche, y es que con el general brigadier Gabriel Zamudio López en la SSP se desarrollaron una elecciones de 2024 repletas de inseguridad y figuraron el asesinato del candidato del PRI-PRD-PAN por la alcaldía de Coyuca de Benítez, Alfredo Cabrera Barrientos, así como el asesinato del presidente municipal electo de Copala, el capitán retirado Salvador Villalba Flores.

El 26 de julio de 2024, tras la renuncia de Zamudio López, el coronel Sevilla Barrón llegó al cargo. Desde que el militar asumió esa función se hablaba de un secretario distante, poco comprometido. Incluso, tres días después del asesinato del alcalde de Chilpancingo, el 6 de octubre, Rodríguez Cisneros y Sevilla Barrón dieron un recorrido de seguridad por el zócalo de la capital para intentar enviar un mensaje de que había tranquilidad en Guerrero.

Recientemente, tras una crisis de violencia en Acapulco como los ataques armados contra instalaciones de tres comandancias de la Policía Ministerial y Agencias del Ministerio Público de la FGE y 13 homicidios en menos de 24 horas, el cese de Sevilla Barrón se interpretó como un hecho tardío para un estado, donde la política criminal está acabando con la poca paz que existe.

¿Qué argumentos ofrece Ledesma Osuna para pensar que puede dar resultados en un estado donde la política y la criminalidad van de la mano, donde casi no se distingue en muchas ocasiones si son criminales políticos o políticos criminales?

Los argumentos son muy pocos, tal vez el único sea que es un hombre de la entera confianza de García Harfuch, un personaje que desde el pasado proceso electoral reveló que su ambición está más allá de formar parte del gabinete de Sheinbaum Pardo. 

Lo que llama la atención de Ledesma Osuna es que según su declaración patrimonial como director en la Secretaría de Seguridad Ciudadana federal, en 2024 su ingreso neto anual fue de 6 millones 365 mil pesos, es decir, ganaba 529 mil 666 pesos al mes.

¿El gobierno de Guerrero está en disposición de ofrecer un salario similar? En un estado pobre, pero sumamente violento, debería estar en la disposición de pagar únicamente a quien entregue resultados que nos lleven a una paz duradera.

Con todo lo dicho: ¿Ledesma Osuna a quién va obedecer, a quién le rendirá cuentas?; ¿al gobierno de Salgado Pineda o la Federación y a su amigo y jefe García Harfuch?

  

 

 
 

Chirrionazo

Hugo Aguilar Ortiz realizó una gira en Chilpancingo el viernes pasado. Lo curioso, es que no llegó a ninguna asamblea con los pueblos originarios, tampoco se reunió expresamente con los afroguerrerenses, más bien se trató de un paseo político. 

Aunque el próximo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) afirmó que no es un político, vaya que lo parece, dio un recorrido con el diputado local Pánfilo Sánchez Almazán y con el delegado en Guerrero del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi), Manuel Vázquez Quintero por el centro de la capital.

Después ofreció una conferencia en el Congreso local donde se tomó fotos con todos los diputados y las diputadas, así como funcionarios del Poder Judicial local pro Morena.

A las 3 de la tarde tenía agendada una reunión con la gobernadora en Casa Guerrero. Y su jornada la terminó en Perritos Felices, búnker de Félix Salgado Macedonio. 

Ahí, el ministro electo rindió pleitesía a Salgado Macedonio y abrazó el cuarzo rosa para eso de las buenas vibras ahora que entre al cargo y, más allá de temas políticos, Aguilar Ortiz y Salgado Macedonio hablaron de los hermosos peludos y la legislación sobre los seres sintientes. ¡En fin!

En declaraciones en el Congreso, Aguilar Ortiz negó que hubiera repartido los famosos acordeones. Y, tal vez, dice la verdad, no podemos comprobar que él los distribuyó. Pero lo que sí pasó, fue que con los que anduvo de paseo el viernes si repartieron acordeones donde, por cierto, sí estaba su nombre.