Acapulco: violencia y “reconstrucción”
lo volvieron más caótico

 

Ramón Gracida Gómez y Luis Daniel Nava

Fotografía: David Juárez y En Primer Plano

 

Es miércoles 23 de abril, mediodía, Acapulco. El calor es insoportable, los vecinos de la zona poniente se forman en una larga fila en calzada Pie de la Cuesta. Esperan muchos minutos para poder subirse a un transporte público que los lleve a sus casas.

Militares vigilan el perímetro, desde una patrulla artillada un soldado está listo para accionar una metralleta, lo que aumenta la percepción de alarma, los transeúntes lo miran y se observan entre ellos con desconfianza porque algunos podrían ser vigilantes de una organización criminal.

Minutos antes, un hombre se subió a una urvan de ruta Jardín Palma-Centro y atacó a balazos al chofer a unos metros de donde los pobladores hacen la larga fila. El chofer quedó herido, según reportes, se trasladó por sus propios medios a un hospital. Este fue el último ataque al transporte público. Desde ese momento, se suspendió de nuevo el servicio que llevan y traen a los pobladores de Pie de la Cuesta, La Jardín, Pedregoso y demás colonias periféricas hacia el centro de Acapulco.

Desde hace muchos años, la población fue dejada a su suerte ante la violencia criminal que no da tregua y lo peor es que no hay una estrategia de seguridad que vislumbre una solución a corto, mediano ni largo plazo. Es como si en Acapulco se tuviera licencia para matar sin que ninguna autoridad intervenga y esté más preocupada por la llegada de turistas.

A diferencia de otras olas de violencia que han azotado a Acapulco, la actual transcurre durante la “reconstrucción” tras las afectaciones de los potentes huracanes y que se convirtieron en un eslogan comercial y una bandera política para el lucro de los tres niveles de gobierno y empresarios. En los hechos no hay una coordinación en sus proyectos, lo que ha vuelto más caótica a una ciudad de por sí caótica.

Siguiendo la larga tradición que desde sus inicios como centro turístico ha tenido, Acapulco es una vez más intervenido por la clase política del centro del país y los grandes empresarios para imponer su visión sin consultar a los acapulqueños, que nuevamente están a merced de lo que dicte el gran capital.

Pero antes de cualquier reconstrucción: ¿Es posible lograrla sin resolver la inseguridad? ¿Qué nuevo Acapulco puede existir si persiste la violencia que lo llevó al declive como sitio turístico internacional?

  

 

La reconstrucción tras Otis

Desde el paso del huracán Otis, el 25 de octubre de 2023, Acapulco se convirtió en un ciudad en constante proceso de “reconstrucción”, empezó con la entrega de miles de pesos por cada familia para reconstruir su vivienda y continua con diversos proyectos de relanzamiento del puerto icónico para el turismo nacional e internacional.

Al otro día del paso del huracán categoría cinco, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el inicio del censo federal para entregar dinero en efectivo y paquete de enseres domésticos, entre ellos un refrigerador y una estufa, para comenzar la reconstrucción del municipio que quedó destrozado por los ráfagas de viento de más de 300 kilómetros por hora y la lluvia intensa de aquella madrugada.  En marzo se informó que fueron entregados 250 mil paquetes de enseres domésticos y 301 mil 76 apoyos para la construcción de viviendas.

El 22 de agosto 2024 comenzó el programa Juntos Pintamos Acapulco, que incluía la pinta de las fachadas de 300 mil viviendas afectadas, pero concluyó estrepitosamente por las lluvias torrenciales del huracán John entre el 23 y 27 de septiembre. Fue la llegada de este segundo meteoro de gran intensidad en menos de un año que provocó que la primera visita de la recién erigida mandataria federal, Claudia Sheinbaum Pardo, acudiera a Acapulco para ver los daños provocados por las inundaciones y los deslaves de tierra.

Otro censo federal, que se limitó a la entrega de dinero en efectivo, transcurrió de forma más discreta que el primero para dejar lugar al anuncio espectacular de Acapulco se transforma contigo el 17 de enero en el anfiteatro de Sinfonía, donde se reunieron la presidenta de México, el magnate Carlos Slim y otros empresarios.

La Secretaría de Turismo Federal, particularmente el subsecretario Sebastián Ramírez y el Fomento Nacional de Turismo (Fonatur) proyectan convertir a Acapulco en un Centro Integralmente Planeado (CIP) como lo son Zihuatanejo y Cancún, entre otros sitios turísticos.
 

El plan es que la zona costera que va de Pie de la Cuesta a Barra Vieja sea administrado por la Federación, la inversión es de 8 mil millones de pesos y se llevarán a cabo diversos proyectos, aunque hasta el momento sólo se anunció el Maribus.

Oxfam señala en el informe Beneficios en fuga, publicado en febrero pasado, que Acapulco fue el primer balneario planeado por el gobierno mexicano, fue en el sexenio de Miguel Alemán “se invirtieron millones para construir, conectar y publicitar el puerto”.

 


Luego vinieron los CIP para obtener divisas, desde entonces, el desarrollo urbano de los centros turísticos de litoral hace que la playa sea para quien la paga. El efecto directo de la disposición de las playas mexicanas es la privatización y el Estado hace poco o nada para impedirlo”.

¿Cómo se repartirán los 8 mil millones de pesos? ¿Qué ente privado se beneficiará de la inversión pública en Acapulco?

Hasta el momento no se ha establecido un mecanismo de rendición de cuenta de las acciones del gobierno federal en la reconstrucción de Acapulco, parece que el mensaje a la ciudadanía es un voto de confianza.

Un mes antes del anuncio del plan turístico, el 8 de diciembre pasado, la Secretaría de Gobernación, particularmente la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos que encabeza Rocío Bárcena (viuda de César Núñez fundador de Morena en Guerrero y jefe de la corriente a la que pertenecen el presidente estatal del partido Jacinto González, y el delegado federal), puso en marcha de la estrategia de seguridad Guerrero por la Paz.

La estrategia consiste en acercar los programas sociales y los servicios públicos a las colonias seleccionadas para su aplicación, en Acapulco son: Zapata, Renacimiento, Progreso, Centro, Fraccionamiento las Playas, Las Cruces, Postal, Bella Vista, Navidad de Llano Largo y Colosio.

Se desconoce qué indicadores se utilizaron para seleccionar a estas colonias, salvo la idea general de que son asentamientos urbanos con alta incidencia delictiva.

La intervención federal para la reconstrucción de Acapulco está a la par del proyecto de actualización del Plan Municipal de Desarrollo Urbano, en el que se busca un nuevo ordenamiento con el fin de delimitar las áreas hacia dónde puede crecer el municipio.

Además, una iniciativa ciudadana está promoviendo la declaración oficial del Centro Histórico, los arquitectos han señalado públicamente que Fonatur los ha ignorado y está haciendo por su cuenta su proyecto de corredores turísticos culturales en la misma zona de Acapulco.

Por su parte, el gobierno estatal se para el cuello con obras como los nuevos colectores de la Costera y la reparación de la avenida Escénica, pero gran parte de los recursos provienen de la Federación y en el primer caso del ayuntamiento, que también presume por su cuenta la renovación del drenaje tras las afectaciones por Otis.

Otros planes han sido dados a conocer aunque sin tanta espectacularidad como los mencionados, Sheinbaum Pardo anunció el 28 de febrero la reubicación de mil 400 familias que viven en zonas de riesgo.

Pese a que no se han detallado, la presidenta dijo que serían reubicadas las colonias cercanas al aeropuerto de Acapulco que quedaron inundadas durante el paso del huracán John.

El meteoro también evidenció que varias colonias están en riesgo de deslaves, 12 personas murieron en el municipio, varias por deslaves de piedras que les cayeron encima como en las colonias Ampliación La Libertad y Lázaro Cárdenas.

Para rematar, la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) también está promoviendo su propia visión de reconstrucción con el proyecto Territorios innovadores para la reactivación económica y turística de Acapulco y Coyuca de Benítez, en el primer municipio son las zonas de Pie de la Cuesta y Bonfil; el proyecto tiene el apoyo de la Secretaría de Turismo estatal y son las mismas áreas donde está interviniendo por separado Fonatur con el CIP.

 
 


La estructura criminal intocada

A un año y medio del paso de Otis, el único cambio tangible en el panorama urbano de Acapulco, ha sido la construcción de 20 cuarteles de la Guardia Nacional y uno más en Coyuca de Benítez.

Los lugares elegidos fueron Aeropuerto, Campo Mil en Cumbres de Llano Largo, Módulo Costa Azul, Tanques Gemelos, Acabús, Los Terrazas, Tecnológico, CBTIS 14, Palma Sola, Finabien, B.A.M. 7 (Pie de la Cuesta), Centro de Convenciones, Bodega La Postal, Centro Cultural, Hotel Bugambilia, Parque Papagayo, Cereso, Ex policía, Alberca Costa Dorada, y Parque Ecológico Viverista.

Causó polémica la construcción de un cuartel en el Centro de Convenciones porque se esperaba que este espacio fuera recuperado para su objetivo inicial de ser sede de eventos culturales. El cuartel fue concluido, el nuevo hospital del ISSSTE ubicado en una de las dos mitades del terreno se encuentra en construcción y el Convenciones está olvidado.

La comunidad artística acapulqueña logró sacar a la Guardia Nacional del Centro Cultural Acapulco ubicado en la Costera, de los escasos espacios para la presentación de las diversas expresiones artísticas que recientemente ha reiniciado actividades tras los fuertes daños que sufrió por Otis.

El 15 de febrero de 2024, el entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena, ahora Defensa), Luis Cresencio Sandoval, informó que la construcción de cuarteles costaría 5 mil 267 millones 740 mil pesos, 3 mil 745 millones 240 pesos para los cuarteles y mil 522 millones 500 mil pesos para las dos unidades habitacionales con 660 viviendas.

La promesa de tener 10 mil soldados de la Guardia Nacional en Acapulco nunca se cumplió, el 16 de abril pasado, el comandante del Mando Especial de la Guardia Nacional en el municipio, Miguel Ángel Aragón Vázquez, reportó 4 mil.

No se ha reducido la violencia ni se han inhibido los homicidios que se siguen convirtiendo en escalofriantes cifras. En este contexto se perpetró el atentado contra el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, el 18 de abril en la playa Icacos.

El también representante de la Asociación de Turisteros en Defensa y Rescate de Playa Icacos (Tuderpi) ha sido crítico de distintos aspectos del reordenamiento de playas como parte del proyecto del CIP; hasta este jueves, seguía en terapia intensiva.

El 21 de abril se reveló que Guerrero escaló del lugar 17 al 5 a nivel nacional en número de asesinatos, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

 

 

En suma, del 1 de enero al 21 de abril en la entidad se registraron 389 crímenes (enero 112, febrero 92, marzo 110 y abril, hasta el día 21, 75). Un promedio de 3.5 diarios.

Tan sólo en el municipio de Acapulco se contabilizaron 167 homicidios de enero al 22 de abril, 1.5 al día.

La mayoría se han cometido con extrema violencia. Un nuevo caso supera en nivel de salvajismo al anterior.

Entre las víctimas hay taxistas, mujeres, comerciantes y trabajadores que nada tienen que ver con la guerra entre criminales al margen de las autoridades. Parece que en Acapulco hay licencia para matar.

“Solo nos queda encomendarnos a dios cada vez que subimos a un taxi”, comenta una vecina de una de las colonias más peligrosas de Acapulco previo a la Semana Santa.

Ante la suspensión del servicio los usuarios de estas demarcaciones en la parte alta del puerto se han visto obligados a caminar kilómetros para llegar a sus viviendas.

 También han optado por no salir a la calle por las noches.  Los líderes de transporte y taxistas se niegan a hablar de la situación que los acecha.
“El gobierno nos ha dejado solos”, justifican y lo hacen con razón. Los casos de crímenes en su contra no se detienen. Hasta este 24 de abril al menos 30 taxistas y choferes habían sido ultimados y sólo en 2025. La cifra aumenta por los cuerpos que han sido dejados dentro de las unidades de transporte.

Al contrario, la alcaldesa, López Rodríguez, la gobernadora Salgado Pineda y la presidenta Sheinbaum Pardo le han dado la vuelta al problema.
 

“Esta idea de que porque hubo un homicidio o porque hay homicidios no significa que se deba promover al país, pues esas son solamente palabras de los adversarios”, declaró la mandataria federal el 21 de abril desde la Ciudad de México.

“Nos han dejado solos” dicen los transportistas mientras los usuarios de taxi se encomiendan a dios cada vez que utilizan el servicio.

Para los ciudadanos que a diario salen a trabajar para llevar algo de comer a su casa Acapulco se ha convertido en una ruleta rusa.

¿De qué sirvieron los más de 5 mil millones de pesos anunciados por la Defensa? ¿Cuál fue el propósito de construir tantos cuarteles si nunca llegó la cantidad de elementos prometidos por el expresidente de México?