Agua

Israel Nicasio Alvarez
En la serie titulada Agua, derivada del libro Tengo una máscara de jaguar (2023), Israel Nicasio nos muestra algunos de los elementos que constituyen su visión de la Costa Chica y de la experiencia vital de la afromexicanidad que le ha sido heredada. El agua juega un papel determinante no solo para la subsistencia sino también para el reconocimiento público, histórico y social de los pueblos que conforman esta región en el Estado de Guerrero.
El agua ha formado parte de la tradición originaria con la que se narran las historias de la llegada y la fundación de los pueblos negros. En estos poemas, Israel Nicasio plasma historias e imágenes que recogen parte del imaginario de su experiencia vital como alguien que se reconoce como uno de los herederos de estas historias y de la lucha por el reconocimiento público al que se han enfrentado los pueblos negros de la Costa Chida.
Punta Maldonado [El faro]. El mar se comió nuestras casas [reveló la huella de los encadenados]. Las mujeres bailan con pedazos de tela en los hombros. La tierra tiene que arder para la siembra. Los hombres se miran celosos entre sí [alimentan la ira con dientes de oro] y adornan sus cabellos con el olor del puro. El esposo de Divina mató a la vaca [mintió]. Culpó al otro [al que hacía trompos de madera]. Condenó a vivir en las orillas del pueblo al que supo de su desnudez hasta los nueve años. Su hijo enfermó de virgüela [embrujo]. Mi abuela veía conejos bailando de noche [sobre el papel que se quemaba] cuando los chivos andan en dos patas y bajan la ropa de los tendederos.
Para tomar agua hay que llegar al pozo [hay que hablarle, aunque no lo veas], acariciarlo con una jícara [cuando el rocío dice a los hombros que el día llegará y se comerá la oscuridad del llano]. Dos bules sostenidos por un travesaño de madera [y una fila de huesos que a gritos avisa del colapso]. El mar comprende el pesar de las iguanas que menean la cola [puro odio]. La tierra es caliente [cola de alacrán/ huevos de tortuga/ caparazón de armadillo]. Recuerda los ojos que perdieron el pasado [comieron amapolas y moringas] pronunciando los nombres del olvido: sed.
Para lavar hay que ir al río [con el canasto de ropa en la cabeza] hablar con el agua [sentarse junto a las piedras] y avisarle al niño que puede nacer junto al árbol o entre los matorrales [donde lo desee]. Él dejará el pueblo [nadará en otro río] para llegar al norte [nos mandará dinero] para levantar una casa que se habitará de ausencias y de inundaciones [se olvidará de nosotros]. Llanto de los alacranes.
Semblanza curricular
Israel Nicasio Álvarez (Ciudad de México, 1987). Licenciado en Filosofía. Maestro en Historia por la UNAM. Estudió el Diplomado en Creación Literaria en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia del INBAL. Estudió la Especialidad en Literatura Mexicana del Siglo XX en la UAM-A. Ganador del primer lugar en el Segundo Certamen internacional de cuento de Teresa Magazine, Todos somos teresa (2020). Ganador del primer lugar en el Segundo concurso de Poesía emergente Antonio Alatorre de Autlán de Navarro 2023, con el poemario Tengo una máscara de jaguar. Ganador del primer lugar en el área de poesía del concurso 55 de Punto de Partida UNAM 2024, con el conjunto de poemas El punto de donde se ha desprendido el cometa. Coordinador de los libros: Reflexiones y Estudios en Lenguas, y Universidad y Sociedad contemporánea, ambos editados por la UATX. Estuvo a cargo de la antología Prueba de alpinismo: de la voz a la punta de la montaña, publicado por la colectiva Generación XVIII en 2024. Editor de la antología Generación XVIII, de exestudiantes del INBAL, publicada en 2023. Autor de los libros: Jugar a las canicas, publicado por Hayal Gucu (2023), Tengo una máscara de jaguar (2024) y El punto de donde se ha desprendido el cometa, publicado por Dogma Editorial (2025). Actualmente escribe cuento, crónica y poesía (en ocasiones). Algunos de sus textos se han publicado en revistas de México, Colombia, Chile, Costa Rica y España.




