Pleasant Hill, otra obra del clan
de los Salgado que apesta a corrupción

Emiliano Tizapa, Jesús Guerrero y Arturo de Dios Palma
Fotografía: David Juárez
La tarde del 14 de abril, la capital de Guerrero vivió uno de los episodios más absurdos, patéticos y oscuros del mandato de Evelyn Salgado Pineda. La morenista inauguró una obra que costó 23 millones de pesos, pero la cual no figura en el presupuesto de egresos 2024 ni 2025 tal y como lo presentó la gobernadora: “Modernización de la Glorieta Pleasant Hill“. No hay registro. No existe.
Ese mismo día, la ciudadanía mostró su inconformidad desde las redes sociales. Porque hay que ser claros, ¿Quién gastaría 23 millones de pesos en plantas, luces, adoquines y una fuente? Teniendo Chilpancingo calles con miles de baches, decenas de escuelas con falta de infraestructura, pocos camiones de recolección de basura, caminos de tierra hacia la mayoría de sus comunidades y un inacabable número de necesidades.
En cambio se instalaron flores de ornamenta, palmeras, árboles, algunas piedras, cestos de basura, pasto, pedazos de pasto sintético, una fuente cayendo sobre un muro o como pomposamente lo llamaron un “muro llorón”. También se reencarpetó con asfalto la avenida que nos recuerda al nefasto hermano del cacique de Huitzuco, Rufo Figueroa.
Salgado Pineda aseguró que este espacio se remodeló con unas “graderías” para que en la glorieta se celebren actividades culturales y artísticas al aire libre, obras de teatro, patinaje y conciertos.
Como si en Chilpancingo no existiera el teatro María Luisa Ocampo que está abandonado o el desperfecto y desperdiciado auditorio Sentimientos de la Nación. Lo que intentó argumentar Salgado Pineda no tiene ni pies ni cabeza.
La secretaria de Obras Públicas del estado, Irene Jiménez Montiel, también se aventó unas frases dignas de recordar: “Lo que hoy se entrega a la ciudadanía no es nada más una obra, es un acto de respeto”. ¿Respeto? Cuando frente a la glorieta miles de derechohabientes tienen que asistir a un hospital del ISSSTE hecho trizas, que, literalmente, se cae a pedazos, insuficiente, decadente, malholiente. Donde hay que aguantar meses y hasta años para que a los derechohabientes les realicen una cirugía.
¿Eso es respeto?
Jiménez Montiel añadió “este lugar se transforma y no solo con cemento y jardineras, se transforma con una visión clara y firme: la de dignificar los espacios públicos de hacerlos accesibles, seguros, hermosos, útiles y funcionales”.
Si para tener una ciudad segura se necesitara “modernizar” los lugares pues adelante, que lo haga en todo el estado, sin embargo, la noche de este sábado 26 de abril, en el bar La Martina, ubicado frente a la glorieta a Las Banderas, fue asesinado a balazos el dueño del lugar. ¿Quién es el culpable? ¿las autoridades de los tres órdenes de gobierno por no dar seguridad a sus ciudadanos? o ¿por qué no se dignificó a tiempo y se volvió segura esa zona con una remodelación e iluminación?
Las autoridades deberían, en sus discursos, apegarse a las realidades que vive la ciudad y la población.
Siguiendo con la obra, el que nos reveló mucho más y creemos será lo único que se informe de este elefantito blanco fue el titular de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero (CICAEG), Martin Vega González.
El funcionario aseguró que dicha “modernización” fue hecha por este organismos público descentralizado y que fue “todo un reto” porque se hizo en una semana, que se trabajó día y noche. Sin embargo, los trabajos tardaron más de 10 meses.
Resulta que días después del 14 de abril, en la misma Rufo Figueroa un grupo de albañiles comenzó a abrir la recién inaugurada obra debido a que se les olvidó dejar los huecos para las alcantarillas. Todavía este jueves 24 de abril, 10 días después de la inauguración seguían rompiendo el asfalto para instalar las tapas de alcantarillado.
¿Quién es el responsable de tremendo error?, ¿Por qué se apresuraron en una semana si gastaron nuevamente en trabajadores para abrir las alcantarillas?
Tras las palabras de Vega González, se buscó corroborar que dicha obra estuviera presupuestada, pero resulta que no existe en el presupuestos de egresos en estos años dos años.
Aquí hay dos cosas: la obra fue una ocurrencia porque no se etiquetó como se presentó, lo que es válido, ya que con dinero de Inversión Estatal Directa (IED) se puede redireccionar el recurso necesario para ejecutar esta obra.
Sin embargo, habría que preguntar qué obras se dejaron de hacer para modernizar la glorieta. Otra duda, si no fue de 2024 y 2025 y cabe la posibilidad de que se etiquetó en 2023 o antes, por qué se ejecutó e inauguró en 2025.
Como no podía faltar, a la presentación asistió el cacique y padre de la gobernadora, Félix Salgado Macedonio, quien con su dominguero estilo celebró la obra, palmeó públicamente a su hija y recomendó que en ese lugar se lleven a cabo talleres de pintura, domingos culturales y ordenó que más pronto que tarde, se presente ahí la Orquesta Filarmónica de Guerrero.
Según el gobierno de Salgado Pineda fue en 1973 –aunque hay testimonios que indican que en realidad fue en 1984– cuando un consejo ciudadano de un suburbio de San Francisco, California, decidió honrar una relación dándole el nombre de Chilpancingo a una avenida y un parque recién construidos.
Así nacieron en Estados Unidos: Chilpancingo Avenue y Chilpancingo Park. Ocho meses después, en retribución se bautizaron la calle y la glorieta de la colonia Burócratas como Pleasant Hill. El propósito real de la hermandad urbana entre Pleasant Hill y Chilpancingo era que cada verano, un grupo de jóvenes de las dos ciudades alternaran como huéspedes y anfitriones.
Pero eso quedó olvidado, al igual que una escultura original que Pleasant Hill entregó a Chilpancingo de una pirámide invertida sobre una esfera. En la más reciente inauguración de Salgado Pineda, dicha escultura quedó extraviada.
A pesar de todo, sigue siendo indignante como se gastó 23 millones de pesos en esta remodelación, si en el gobierno del defenestrado Ángel Aguirre Rivero en 2011, entregó una remodelación de la glorieta Pleasant Hill en la que invirtieron solo 860 mil pesos.
Salgado Pineda argumentó que el muro del Conjunto Turístico Jacarandas estaba en riesgo de colapso, que detrás de su “muro llorón” se arregló un desperfecto en riesgo de colapso debido a daños dejados por temblores y el huracán John.

Resulta extraño que para 2025 sí se etiquetó 38 millones de pesos para la “Rehabilitación e imagen urbana del Circuito Jacarandas en Chilpancingo”, también este año se programaron 51 millones de pesos más para el elefante blanco llamado “Terminación de la Construcción de la Biblioteca Pública del Congreso del Estado” que está tirada desde 2023, luego de que Salgado Pineda y su papá dieron el banderazo para reiniciarla.
Además, para la capital este año fueron etiquetados 40 millones de pesos para la construcción de la primera etapa del Centro de Alto Rendimiento Deportivo Estatal en Chilpancingo del que no se sabe nada si ya comenzaron con su construcción. Y 70 millones más para la “Rehabilitación de imagen urbana del boulevard Vicente Guerrero en Chilpancingo”.
Desubicadamente, Salgado Pineda aseguró que con la obra de Pleasant Hill se crea un espacio de paz, ¿En serio con 23 millones pacificará aunque sea un pedazo de la ciudad? Lo peor es que cuando se enteró de que los chilpancingueños se enojaron por el dinero malgastado, la gobernadora se indignó, incluso, dijo que transparentaría el dinero de la obra para que se supiera que ningún peso fue malgastado.
¿Quién hará la auditoría, su empleado e incondicional, Marco César Paris Peralta, titular de la Auditoría Superior del Estado o el Congreso que también está controlado por Jesús Urióstegui García, diputado ligado a ella y su padre? Quién sería capaz de contradecirla.
Por ello, la obra de Pleasant Hill nos parece una obra innecesaria, patética, ruin. No por el espacio, sino por el momento, por el lugar donde se encuentra y el dinero invertido, le recordará a los derechohabientes que en este estado hay otras prioridades mejores que su vida. Un botón más de la opacidad de Salgado Pineda.
Chirrionazo
La gobernadora Evelyn Salgado y su papá Félix Salgado lamentaron la muerte del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa la Parota (Cecop) Marco Antonio Suástegui quien fue herido a balazos cuando estaba en la playa Icacos la noche del viernes Santo. “Compañero de lucha”, escribieron padre e hija que están en poder al referirse al activista quien desde hace meses, de acuerdo a Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan había recibido amenazas de muerte por un grupo criminal. La pregunta es, ¿por qué Félix Salgado y su hija, no le brindaron medidas de protección a Marco Antonio? ¿pues que no era su camarada o compañero de lucha?
Hay que recordar que el grupo criminal “Los Rusos” fue el que desapareció a Vicente Iván Suástegui, hermano de Marco Antonio, en agosto del 2021 y se presume que esta misma organización asesinó al líder del Cecop.
Un dato: El 16 de abril, los transportistas cerraron cuatro horas la carretera federal Acapulco-Chilpancingo a la altura de Paso Limonero para exigir castigo a dos de sus compañeros asesinados un día antes en este puerto. Los choferes colocaron dos ferétros en los que tenían pegadas cartulinas. En las leyendas escritas, los taxistas acusaban a la gobernadora de tener nexos con un alto mando militar que forma parte del grupo criminal de “Los Rusos”.
Hay que recordar que a la familia Salgado también la han acusado de tener nexos con el grupo criminal de Tierra Caliente, La Familia Michoacana aunque la gober siempre ha rechazado que no tiene pactos con grupos criminales. Pero ahí a nuestros lectores se lo dejamos de tarea para que saque sus conclusiones.




