Por: Jesús Guerrero, Emiliano Tizapa y Arturo de Dios Palma
La Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) está sufriendo una caída estrepitosa en su matrícula. El ciclo escolar está cerca de comenzar y sobran espacios en 40 licenciaturas.
Algunas licenciaturas no reciben aspirantes desde hace tres años.
El sábado, en su cuenta de Facebook, el rector de la Uagro, Javier Saldaña Almazán anunció que en casi la mitad de las licenciaturas que ofrece la universidad hay espacios disponibles. Escribió:
“¡Atención aspirantes! La UAGro tiene para ti espacios disponibles en 40 de nuestras licenciaturas para aspirantes que no lograron ingresar a su licenciatura para la cual aplicaron examen. ¡No te desanimes! Siempre habrá una segunda opción esperándote en nuestra institución. En la UAGro, creemos firmemente en la importancia de brindar oportunidades a todas y todos; para que continúen sus estudios y no trunquen sus sueños. ¡La UAGro está aquí para apoyarte en tu proyecto de vida!”
Todavía hay espacios en licenciaturas como Economía, Turismo (en Acapulco y Zihuatanejo), Ciencias y Tecnologías de la Información, Ecología Marina, Sociología, Contaduría y Administración, Psicología, Ciencias Ambientales, Ciencias Sociales y Matemáticas (Acapulco, Iguala, Altamirano), Desarrollo Sustentable. También en la Unidad Académica Regional de Educación Superior de la región Centro, Costa Chica y Montaña. Ciencias Agropecuarias, Ciencias de la Tierra, Diseño y Arquitectura y Nutrición (en Taxco).
Además hay espacios disponibles en la Facultad de Filosofía y Letras; Ciencias Económicas; en la de Gobierno y Gestión Pública; Ciencias Químico Biológicas; Ciencias de la Comunicación, Ingeniería, Derecho, Ciencias Naturales y Antropología Social (Tixtla).
La caída de la matrícula no es algo nuevo en la Uagro. Va en picada desde hace diez años. El documento elaborado por la propia universidad “Tendencia de estudiantes de primer ingreso y matrícula total del nivel Superior 2013-2023 y su costo promedio por alumno”, lo muestra.
Por ejemplo: la licenciatura en Geografía en 2013 tenía una matrícula de 154 estudiantes, en 2023 bajó hasta 23. Mientras que de nuevo ingreso, en 2013 llegaron a esa escuela 26, pero en 2023 ninguno. Y en 2022 fue lo mismo: ningún estudiante se inscribió.
La licenciatura en Filosofía en 2013 tenía una matrícula total de 104; en 2023 bajó a 58. En el caso de los estudiantes de nuevo ingreso en 2013 eran 28, para 2023 apenas 14.
En la licenciatura en Historia en 2013 la matrícula total era de 311, diez años después cayó hasta a 114. Los de nuevo ingreso en 2013 fueron 69, y en 2023 apenas 35.
En Antropología Social en el ciclo escolar 2023-2024 se inscribieron apenas tres estudiantes. En la licenciatura en Matemáticas Educativa la matrícula pasó de 171 a 60. En el anterior ciclo también se inscribieron tres.
En la licenciatura en Economía en 2013 la matrícula era de 812, una década después se redujo a 490. En el caso de los estudiantes de nuevo ingreso, en 2013 eran 211, y en 2023 apenas 88.
La escuela en Ciencias de la Comunicación pasó de una matrícula de 647 a 459, mientras que el ingresó cayó de 157 a 76 estudiantes.
¿Qué está pasando en la Uagro?, ¿Por qué los jóvenes están dejando de elegirla? ¿La Uagro está dejando de ser una opción real para los jóvenes de Guerrero?
Hace unos días, Saldaña salió a decir que las licenciaturas en Geografía y Desarrollo Sustentable, ubicadas en un campus de Tecpan, en la Costa Grande, desaparecerán. Y otras 10 son foco rojo.
Saldaña dio una versión del porqué no están llegando los jóvenes a las escuelas. Dijo que se debe a la baja natalidad, al desplazamiento forzado que existe en Guerrero y a que los jóvenes andan en “actividades no apropiadas”.
Saldaña criminalizó a los jóvenes. Sí, lo hizo. Es cierto que muchos jóvenes forman parte de las organizaciones criminales, de hecho son los jóvenes los que más asesinan y desaparecen a consecuencia de esta estúpida violencia.
A un rector no le toca enjuiciar a los jóvenes. Antes de someter a un juicio a los jóvenes deberíamos —aquí sí todos— preguntarnos: ¿qué oportunidades les dimos?, ¿cuáles les hemos arrebatado?, ¿qué les impide estudiar?, ¿la pobreza?, ¿quiénes les han quitado la posibilidad de un empleo digno?, ¿quiénes les están entregando un futuro incierto?, ¿quiénes les entregaron este presente violento, precario?
La mayoría, la inmensa mayoría de los jóvenes no quieren “andar en actividades no apropiadas”
A Saldaña en particular le toca generar oportunidades para los jóvenes, hacer algo para rescatarlos, intentar quitárselos a las organizaciones criminales.
¿Qué ha hecho Saldaña para cambiar el entorno violento donde se desarrollan los jóvenes en Guerrero?
La Uagro de Saldaña prácticamente ha ignorado la violencia que sufren los jóvenes —con algunas pequeñísimas excepciones—, incluso se ha negado a protestar, a exigir justicia cuando han asesinado a un estudiante de la universidad. Ha preferido callar para no incomodar al gobernante en turno.
Con Saldaña tampoco la Uagro se convirtió en un espacio de cultura, de deporte, en un refugio de los jóvenes.
Cuando dio esa declaración, Saldaña no se atrevió a ser autocrítico. No habló de lo que se ha convertido la universidad desde que impuso su hegemonía.
Porque justo ahí puede que se encuentren varias de las razones por las que los jóvenes no tienen a la Uagro como su primera opción.
¿Qué ha provocado la hegemonía de Saldaña en la Uagro?
De entrada se terminó la discusión, el debate, las elecciones, la rebeldía, se terminó la esencia de la universidad-pueblo. Se olvidó de sus orígenes. Ahora nadie discute, nadie debate, nadie reflexiona. Muchos —la mayoría— han preferido someterse a cambio de beneficios, de privilegios.
¿Cuál ha sido el método para lograr la hegemonía? Coptar a quién se deje.
Estamos ante una universidad banalizada. Sólo basta darse una vuelta por rectoría para darse cuenta que los trabajadores están más preocupados por su apariencia que por su eficiencia.
Esa hegemonía está teniendo efectos directos en la vida cotidiana de la universidad. En las aulas. Muchos de esos beneficios y privilegios han implicado poner frente a los estudiantes a profesores que no tienen ni la preparación ni la vocación para dar una clase. Hay profesores que están frente a grupo y no cuentan con el perfil. Muchos de esos están ahí porque sus padres o madres le heredaron sus espacios.
En la Uagro se ha incrementado el número de profesores con doctorado, pero hay que revisar qué tipo de doctorados. Unos lo cursaron por internet, sin protocolos de investigación o que nos presuman sus tesis doctorales. Sólo buscaban tener el grado académico para tener un mayor ingreso.
Por esos acuerdos, cientos de profesores de tiempo completo —de entrada— no cumplen con sus horarios, menos hacen trabajo de investigación ni dan las asesorías que obligados dar a los alumnos.
Muchos de estos profesores no hacen ni investigación ni asesorías porque tienen otros trabajos. Hay profesores que, a pesar de ser tiempo completo, no se pueden quedar unos minutos más después de sus clases porque tienen que salir corriendo a dar otras a una secundaria donde también tienen plaza.
Todos estos acuerdos lo único que han provocado es que se merme más la ya mermada calidad educativa de la Uagro. Fuera de la universidad todos saben de la calidad, no son secreto sus carencias y limitaciones. No hay un dato exacto pero es posible que las familias que están con las posibilidades —aunque les implique un gran esfuerzo— de mandar a sus hijos e hijas a estudiar prefieran que lo hagan en otras universidad. La decisión es practica: están pensando invertir el poco dinero que tienen disponible en una universidades que tenga mayor garantía.
Hay muchos jóvenes guerrerenses estudiando en la Ciudad de México, en Puebla, en Morelos, en Michoacán.
Esa hegemonía, por supuesto, la ha auspiciado el presupuesto de la Uagro. Para mantenerla en esta última renovación de direcciones de las preparatorias y facultades, calmó a algunos inconformes con más cargos. Amplió el gasto aún más. Ahora hay preparatorias que tienen tres y hasta cuatro subdirectores sin que se justifique, sin que haya incrementado la matrícula.
Autorizó subdirecciones adicionales para someter cualquier indicio de rebeldía en la planta laboral.
Coptar es su principal método, para ponerlo en práctica Saldaña necesitó una estructura. Construyó un ejército que opera política y electoralmente que abarque toda la universidad.
De acuerdo al Convenio Marco de colaboración que firma la Secretaría de Educación Pública y el gobierno de Guerrero, la Uagro en 2023 recibió un subsidio gubernamental de 3 mil 145 millones 359 mil 562 pesos.
De ellos, 2 mil 295 millones 359 mil 560 pesos los transfiere la SEP, y el resto, 850 millones el gobierno del estado. Del monto total, 2 mil 21 millones 441 mil 986 pesos son para sueldos, prestaciones de los universitarios; mil 27 millones 984 mil 542 pesos son para Gastos de Operación. El resto lo gasta la universidad en el pago de estímulos al personal docente y gasto de operación peso a peso.
Con el rubro de Gastos de Operación, contó el catedrático Román Ibarra Flores, Saldaña construyó su ejército de operadores.
“Saldaña sometió al Consejo Universitario para que le aprobara disponer de esos recursos y los utilice para pagar esos espacios que la SEP no se lo está autorizando. Incluso, la SEP desde 2019 le pidió que los despidiera. En 2019 eran 600, ahora 2,000”, dijo Ibarra Flores, en una de sus últimas entrevistas, quién falleció en septiembre del 2023.
—Esos 2,000 trabajadores, ¿quiénes son?
—Son personas contratadas por el equipo de Saldaña, muchos directamente por él. Muchos deben estar por contrato, los tienen agarrados del estómago. Son 2,000 que son operadores políticos. Son 2,000 incondicionales que tiene distribuidos en toda la universidad, y además, parte de ese dinero lo utiliza para el control político. Así cuando le vamos a ganar. Muchos no cumplen ni funciones académicas ni administrativas, son jóvenes que están en las escuelas operando lo que les dicen. Es la estructura política-electoral de Saldaña.
En diciembre de 2023, a meses de haber comenzado su tercer rectorado, Saldaña se atrevió a decir que detectó 300 aviadores en la nómina de becarios, es decir, personas contratadas pero sin ninguna prestación y sin generar derechos de antigüedad, así como lo describió Ibarra Flores.
¿Esos 300 aviadores eran parte del ejército que montó para controlar la Uagro?
Esa vez, Saldaña también dijo que detectaron 400 trabajadores que cobraban doble.
Aquí hay varias preguntas: ¿Por qué detectó a los 300 aviadores y 400 trabajadores que cobraban doble, después de diez años de tener todo el control de la universidad? ¿Esos aviadores y esos pagos dobles, pudieron asignarse sin que Saldaña lo supiera? Y si no lo sabía ¿Entonces de qué forma ha administrado a la universidad?
La utilización del dinero que es del gasto de operación para construir su hegemonía tiene consecuencias directas, pero afectan a los estudiantes. Ahora para ingresar en todas las escuelas se deben de pagar cuotas por inscripción. Hay licenciaturas que los estudiantes pagan de 1,800 a 2,000 pesos. En los posgrados los estudiantes de nuevo ingreso llegan a pagar hasta 4,000; por inscripción 335 pesos mientras que por el concepto de “contribución escolar” 3,350 pesos. ¿Qué es la “contribución escolar”?
Ibarra Flores explicó esto:
—¿Qué impacto tiene que esos gastos de operación se utilicen para mantener su estructura?
—Que las escuelas no tengan dinero para cubrir sus necesidades. Por eso las escuelas cobran la cuota. Las escuelas cobran cuotas, además de aranceles, sin dar recibo. Por ejemplo en la Preparatoria 9, cobran 350 pesos por alumno de nuevo ingreso sin dar recibo. Eso cobra el director. Y lo peor: que no es la única, así casi están todas porque la rectoría no les da dinero para comprar sus insumos que utilizan.
La hegemonía de Saldaña está saliendo muy cara.
Para que no se olvide:
La riqueza de Saldaña ha sido cuestionada. Hace un año más o menos, el ex gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo, se refirió a Saldaña como “el rector más rico del país”.
En 2018, el defenestrado ex gobernador, Ángel Aguirre Rivero, escribió en sus redes sociales: “¿Cómo un rector de una Universidad tan pobre como la nuestra puede comprar caballos de dos o tres millones de pesos? La Universidad Autónoma de Guerrero debe ser sometida a una minuciosa auditoría, que se investiguen las propiedades del Rector Javier Saldaña y se conocerán muchas cosas”.
Félix Salgado Macedonio, jefe del clan de los Salgado, cuando recibió su constancia de senador electo en 2018 dijo: “No puede ser que haya un pueblo pobre con un gobernante rico, ni puede ser que haya una Universidad pobre, donde se rechazan a los jóvenes estudiantes, con un rector rico, tampoco se puede”.
Chirrionazo.
Resulta que en los dichosos foros para hablar del Plan C del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Chilpancingo los militantes están expresando sus disgustos y contradicciones del partido, especialmente hacia el cacicazgo de Félix Salgado Macedonio.
Algunos se dicen engañados por el referente ideológico de Evelyn Salgado Pineda; otros ya lo califican como un “chismoso”.
En tres años, de forma paralela, Félix ha construido su hegemonía gobernando tras bambalinas de Palacio de Gobierno. Pero su arrogancia, sus mentiras, paupérrimo discurso, su actitud de soltero jovial, su estridente estilo solo va enmarañando cada vez menos a las personas rumbo al 2027.
Además, la familia que maneja realmente el erario estatal solo está enfocado en ello, nos referimos a la familia Hernández Salgado, por Rubén Hernández Fuentes y Evelyn Salgado Pineda.
Un ejemplo de ello, apenas el viernes 26 de julio, la gobernadora informó en redes sociales que tuvo una reunión con el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte, Jorge Nuño Lara.
Sin embargo, en sus fotografías se observa que en lugar de que los secretarios de su gabinete estuvieran ahí, quien acompañó a Evelyn Salgado fue su cuñado, Oscar Omar Hernández Fuentes, que es director de Costos, Presupuestos, Licitaciones y Contratos de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SDUOPOT).